ACADEMIA DE 14 AGOSTO DE 2012

ACADEMIA DE  14 AGOSTO DE 2012
TURNO VESPERTINO

sábado, 13 de octubre de 2012

EL TRÁNSITO DE VENUS POR EL DISCO DEL SOL DE 2012. 2012/10/13/














El tránsito de Venus por el
disco del Sol de 2012

Jesús Galindo
Trejo

Es posible que la pintura mural
en la Sala de los Frescos de la ciudad de Mayapán, del Posclásico, represente la
observación del tránsito de Venus por el disco del Sol. Esta propuesta supone
que los 13 baktunes se completarán al ocurrir el próximo tránsito de Venus en
2012, de modo que se tendría una nueva correlación calendárica con una fecha era
fijada para el 24 de enero de 3114 a.C.


El Castillo de Mayapán es semejante en estructura al de Chichén Itzá.
Como en éste, se puede admirar una hierofanía solar en su escalinata norte, en
este caso el día del solsticio de invierno. En el muro central de la Sala de los
Frescos, adosada a la pirámide, se plasmó una pintura mural de obvio significado
astronómico.

Foto: Marco Antonio Pacheco /
Raíces

Hace apenas algunos años, la última gran
metrópoli maya antes de la lle-gada de los españoles, Mayapán, Yucatán, fue de
nuevo explorada por los arqueólogos. Según el padre Landa, esta ciudad fue
fundada por Kukulcán, quien habría llegado de México y poco después regresó a su
lugar de origen. Distingue a la parte central de Mayapán una gran pirámide de
cuatro escalinatas y nueve cuerpos, similar al Castillo de Chichén Itzá pero de
menor tamaño. Existe también un edificio circular que recuerda al observatorio
del Caracol de esta última ciudad. La escalina norte del Castillo de Mayapán
(Q162) nos brinda el espectáculo de una hierofanía solar, juego de luz y sombra,
pero no en el ocaso del día del equinoccio sino en el del solsticio de invierno.
Por otra parte, el Edificio Circular de Mayapán (Q152) funciona de manera
semejante al Caracol de Chichén Itzá; es decir, sus cuatro vanos de acceso
señalan puntos hacia el horizonte donde el Sol alcanza importantes posiciones
astronómicas y calendáricas.

Mural en la Sala de los
Frescos

Los recientes trabajos arqueológicos en Mayapán
sacaron a la luz la llamada Sala de los Frescos (Q161). Se trata de un pequeño
edificio adosado al Castillo en su lado oriente y aproximadamente a unos 30 m
del Edificio Circular. En su muro central se descubrió un mural de excepcional
significado solar. En una serie de paneles rectangulares aparece un gran disco
solar amarillo con rayos rojos. En el interior de cada Sol se plasmó a un
personaje distinto, en posición descendente y ricamente ataviado. Cada disco
solar es custodiado a ambos lados por un personaje que sostiene en las manos una
especie de lanza. Por su colorido y estilo parecería más bien un mural elaborado
en el Altiplano Central de México.
Aunque ambos lados del muro pintado se
enfrentan directamente al norte y al sur; dos días en el año los rayos solares,
que se desprenden de la cúspide del Edificio Circular, iluminan de manera
rasante los soles descritos. Tales fechas, 9 de abril y 2 de septiembre, no son
fortuitas, ya que si bien no corresponden a ningún evento astronómico
importante, sí manifiestan momentos fundamentales en Mesoamérica. En efecto,
esas fechas son de gran trascendencia porque dividen al año solar en múltiplos
de 73 días. Este número representa un elemento muy importante en el sistema
calendárico mesoamericano porque corresponde al número de ciclos del calendario
ritual de 260 días, el tzolkín, que deben transcurrir para que el
calendario solar de 365 días, el haab, complete 52 ciclos. Cuando esto
sucedía se efectuaban en toda Mesoamérica fastuosas ceremonias para celebrar que
se completaba ese gran ciclo calendárico. Grandes estructuras arquitectónicas
mesoamericanas se alinean con el Sol para indicar la excepcional importancia de
esos dos momentos en el sistema calendárico prehispánico.
Cabe destacar que
la cuenta de días de 73 es la base para calibrar el periodo sinódico de Venus,
es decir, el periodo de observación de este planeta desde la Tierra: 584 días (8
x 73). Tal intervalo fue registrado con gran detalle en el códice maya que se
encuentra en la ciudad alemana de Dresde.











El tránsito de Venus por el
disco del Sol de 2012

Jesús Galindo
Trejo

Es posible que la pintura mural
en la Sala de los Frescos de la ciudad de Mayapán, del Posclásico, represente la
observación del tránsito de Venus por el disco del Sol. Esta propuesta supone
que los 13 baktunes se completarán al ocurrir el próximo tránsito de Venus en
2012, de modo que se tendría una nueva correlación calendárica con una fecha era
fijada para el 24 de enero de 3114 a.C.


El Castillo de Mayapán es semejante en estructura al de Chichén Itzá.
Como en éste, se puede admirar una hierofanía solar en su escalinata norte, en
este caso el día del solsticio de invierno. En el muro central de la Sala de los
Frescos, adosada a la pirámide, se plasmó una pintura mural de obvio significado
astronómico.

Foto: Marco Antonio Pacheco /
Raíces

Hace apenas algunos años, la última gran
metrópoli maya antes de la lle-gada de los españoles, Mayapán, Yucatán, fue de
nuevo explorada por los arqueólogos. Según el padre Landa, esta ciudad fue
fundada por Kukulcán, quien habría llegado de México y poco después regresó a su
lugar de origen. Distingue a la parte central de Mayapán una gran pirámide de
cuatro escalinatas y nueve cuerpos, similar al Castillo de Chichén Itzá pero de
menor tamaño. Existe también un edificio circular que recuerda al observatorio
del Caracol de esta última ciudad. La escalina norte del Castillo de Mayapán
(Q162) nos brinda el espectáculo de una hierofanía solar, juego de luz y sombra,
pero no en el ocaso del día del equinoccio sino en el del solsticio de invierno.
Por otra parte, el Edificio Circular de Mayapán (Q152) funciona de manera
semejante al Caracol de Chichén Itzá; es decir, sus cuatro vanos de acceso
señalan puntos hacia el horizonte donde el Sol alcanza importantes posiciones
astronómicas y calendáricas.

Mural en la Sala de los
Frescos

Los recientes trabajos arqueológicos en Mayapán
sacaron a la luz la llamada Sala de los Frescos (Q161). Se trata de un pequeño
edificio adosado al Castillo en su lado oriente y aproximadamente a unos 30 m
del Edificio Circular. En su muro central se descubrió un mural de excepcional
significado solar. En una serie de paneles rectangulares aparece un gran disco
solar amarillo con rayos rojos. En el interior de cada Sol se plasmó a un
personaje distinto, en posición descendente y ricamente ataviado. Cada disco
solar es custodiado a ambos lados por un personaje que sostiene en las manos una
especie de lanza. Por su colorido y estilo parecería más bien un mural elaborado
en el Altiplano Central de México.
Aunque ambos lados del muro pintado se
enfrentan directamente al norte y al sur; dos días en el año los rayos solares,
que se desprenden de la cúspide del Edificio Circular, iluminan de manera
rasante los soles descritos. Tales fechas, 9 de abril y 2 de septiembre, no son
fortuitas, ya que si bien no corresponden a ningún evento astronómico
importante, sí manifiestan momentos fundamentales en Mesoamérica. En efecto,
esas fechas son de gran trascendencia porque dividen al año solar en múltiplos
de 73 días. Este número representa un elemento muy importante en el sistema
calendárico mesoamericano porque corresponde al número de ciclos del calendario
ritual de 260 días, el tzolkín, que deben transcurrir para que el
calendario solar de 365 días, el haab, complete 52 ciclos. Cuando esto
sucedía se efectuaban en toda Mesoamérica fastuosas ceremonias para celebrar que
se completaba ese gran ciclo calendárico. Grandes estructuras arquitectónicas
mesoamericanas se alinean con el Sol para indicar la excepcional importancia de
esos dos momentos en el sistema calendárico prehispánico.
Cabe destacar que
la cuenta de días de 73 es la base para calibrar el periodo sinódico de Venus,
es decir, el periodo de observación de este planeta desde la Tierra: 584 días (8
x 73). Tal intervalo fue registrado con gran detalle en el códice maya que se
encuentra en la ciudad alemana de Dresde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario