Recuperan corpus de códices prehispánicos
Códice 1, formado por cuatro genealogíasFoto Miguel Ángel Saloma Robles/ Museo Americano de Historia Natural de Nueva York
De la Redacción
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de enero de 2014, p. 4
Miércoles 22 de enero de 2014, p. 4
Luego de un arduo trabajo, la especialista Laura Hinojosa, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), identificó todo un corpus de códices prehispánicos de hace más de 450 años.
Un acervo de 15 manuscritos estaba disperso en México y Estados Unidos, fragmentado en 345 piezas localizadas en el ex convento de Tlaquiltenango, Morelos y la Biblioteca de Museo Natural de Nueva York.Hinojosa subraya la importancia de los fragmentos, puesto que en Morelos sólo existen otros dos: el de Moctezuma y el del Marquesado del Valle. La diferencia es que los de Tlaquiltenango fueron pegados a los frisos del claustro, algo no muy común.
Esta situación se debió probablemente a que los frailes franciscanos querían proteger el legado indígena o bien intentaban esconderlo, porque estos documentos ponían de manifiesto que los encargados del convento también eran beneficiarios del tributo de los pueblos vecinos, indica.
En 1911 Juan Reina, dueño de las tierras donde estaba el recinto, vendió 135 fragmentos por 2 mil dólares al Museo de Historia Natural de Nueva York.
Los restos hallados en Estados Unidos están bien conservados, según la especialista, pues fueron pegados a unos cartones por el arqueólogo Herbert Spinden, quien los desprendió a petición de Juan Reina.
El resultado derivó en 15 códices que la restauradora identificó por los glifos y la representación del pago de tributos.
Todos fueron hechos en papeles amate y europeo con pictografías en negro, rojo y azul. Los documentos muestran los tributos que entregaban los antiguos pobladores de la región. Se pueden ver los productos que tributaban los indígenas en el siglo XVI, como monedas, mantas, aves, maíz, leña y servicios personales, señala.
También aparecen varios símbolos calendáricos asociados a las fechas en que se pagaban las contribuciones.
El resultado derivó en 15 códices que la restauradora identificó por los glifos y la representación del pago de tributos.
Hay algunas genealogías y documentos escritos en náhuatl y español, y una serie de partituras con cantos en latín, dice.
Todos fueron hechos en papeles amate y europeo con pictografías en negro, rojo y azul. Los documentos muestran los tributos que entregaban los antiguos pobladores de la región. Se pueden ver los productos que tributaban los indígenas en el siglo XVI, como monedas, mantas, aves, maíz, leña y servicios personales, señala.
También aparecen varios símbolos calendáricos asociados a las fechas en que se pagaban las contribuciones.
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