Por primera vez, exhiben aquí la democracia del arte de Fluxus
Reúne 200 trabajos de Duchamp, Cage y Watt, entre otros
Ya se cumplió el ciclo de ese movimiento artístico, social, humanístico y político, afirma el experto italiano Antonio D’Avossa
Trabajo de John Lennon y Yoko Ono incluido en la exposición que se presenta en el recinto de avenida Hidalgo 39, CentroFoto Cortesía del MNE
Ángel Vargas
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de diciembre de 2012, p. 3
Miércoles 19 de diciembre de 2012, p. 3
Una visión democrática del arte, en la que todo es susceptible de serlo y todos de crearlo y poseerlo, es la premisa del movimiento Fluxus, considerado por especialistas como uno de los más controversiales y provocadores del siglo XX, del cual se presenta por vez primera en México una exposición, en el Museo Nacional de la Estampa (MNE).
Fluxus: una revolución creativa 1962-2012 es su título y con ella se celebra el cincuentenario de ese movimiento artístico que irrumpió en Weisbaden, Alemania, en 1962, que integró a artistas visuales, músicos, matemáticos e incluso economistas.La muestra reúne una selección heterogénea de alrededor de 200 piezas provenientes de colecciones públicas y privadas de Italia, entre las que se encuentran gráfica no común, esbozos, estudios creativos, carteles, tarjetas nominales de los artistas pertenecientes al grupo y filmes.
Su organización se hizo de forma conjunta con el Museo de Chiasso, de Suiza, y aquí concluye un largo periplo que la llevó por varios recintos de Europa y Estados Unidos.
Los artistas participantes son Marcel Duchamp –que de tal manera exhibe por vez primera en territorio nacional, hasta donde se sabe–, Jonh Cage, Robert Watts, Yoko Ono, John Lennon, George Bretch, Joe Jones, Ken Friedman y Takako Saito, entre otros.
De acuerdo con el investigador italiano Antonio D’Avossa, curador de Fluxus: una revolución creativa 1962-2012, este montaje en México resulta de gran relevancia histórica e interés internacional, porque
será la última ocasión en que exhiba, puesto que
ya se cumplió el ciclo de ese movimiento artístico, social, humanístico y político.
A decir del historiador de arte, la impronta de esa corriente es sustantiva y determinante como uno de los fundamentos del arte contemporáneo, en particular lo que concierne al ámbito de la cultura visual.
“Todos somos hijos de Fluxus, sin saberlo. Su influencia es enorme, sobre todo a partir de los años 70 (del siglo pasado), cuando dejó sentirse en varios planos: la poesía concreta, la música, el arte visual, el arte del cuerpo, la gráfica, el performance y el cine experimental.”
El especialista sitúa al compositor estadunidense John Cage y al artista francés Marcel Duchamp como los precursores de tan singular propuesta, la cual se generó de forma paralela y en contra del arte pop, el minimalismo y el nuevo realismo europeo.
En 1962, el del arte era un panorama cambiante, en gran mudanza de intención y de transformación total. Esta concepción de la totalidad del arte contribuía a crear una idea de lo más provocadora y al mismo tiempo de lo más humana, agrega D’Avossa.
“La mayoría de la producción de Fluxus es gráfica, con número ilimitado. Es la idea de la democracia en el arte, una revolución democrática y pacífica. Influyó en el arte conceptual, del cuerpo, de la imagen, de la gráfica, del video.
Fluxus se oponía a la convención de comercialización del arte, de que éste fuera un fetiche y algo particular. Uno de sus principales artífices, el lituano-estadunidense George Maciunas, sostenía que el arte no se podía comercializar y que no era exclusivo de los artistas, sino que todo mundo podía hacerlo y tenerlo. Es una idea de profundo contenido humanista, social y político.
Versión ex profeso para México
Al respecto, Octavio Fernández Barrios, director del MNE, añade que éste es quizá el movimiento más provocador y controversial del siglo XX:
Se trata de un proyecto atípico al provenir más de una estética conceptual que del objeto, subraya, por lo cual es difícil contar con obra específica y concreta.Dentro de sus fundamentos está cuestionar todo lo concebido como arte hasta el momento en que irrumpió, así como las relaciones de artista-espectador, de los materiales y las disciplinas.
“El movimiento está marcado no sólo por la figura de John Cage, como uno de los líderes, sino que muchos de los artistas participantes eran músicos, y eso le da a Fluxus un perfil mucho más cercano al performance y la acción que a la generación de objetos; por eso, no tenemos tanta producción como tal, era un arte más efímero.”
El montaje de Fluxus: una revolución creativa 1962-2012, muestra que permanecerá abierta al público en el Museo Nacional de la Estampa (Hidalgo 39, Centro) hasta el 24 de febrero de 2013, es una versión diseñada ex profeso para el país, con énfasis en el contenido gráfico.
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