El Consejo del Siglo XXI recomienda medidas para evitar otro fracaso bancario mundial
Peligro de nueva crisis global por la falta de regulación financiera
Los países van cada uno por su camino, sin coordinación, lo que llevará a una crisis crediticia masiva, alerta
Pide al G-20 garantizar la educación universal para todos los niños en 2015
Laura Tyson, Nicolás Berggruen, Felipe González, Eric Schmidt, Shaurat Aziz, George Yeo y Fernando Henrique Cardoso, durante la conferencia de prensa del Consejo del Siglo XXIFoto María Meléndrez Parada
Israel Rodríguez
Periódico La Jornada
Lunes 7 de mayo de 2012, p. 22
Lunes 7 de mayo de 2012, p. 22
El peligro más grande para la economía mundial está de vuelta, advirtió el Consejo del Siglo XXI, el cual funge como complemento no estadista del G-20 y está integrado por ex mandatarios, empresarios y académicos, que se reunieron este fin de semana en la ciudad de México.
El documento de conclusiones sobre el papel de G-20, presentado previamente ayer domingo al presidente Felipe Calderón, quien encabeza la presidencia anual del grupo, define seis puntos en los que se hace énfasis en una regulación financiera global coordinada.
En el documento se plantea que este escenario se debe a dos factores: la reincidencia de la renacionalización de los asuntos globales y la incapacidad de coordinar políticas macroeconómicas.
En particular recomienda reforzar el Consejo de Estabilidad Financiera (órgano colegiado para establecer medidas financieras) para evitar otro fracaso del sistema bancario mundial.
Como está ahora, los países van cada uno por su propio camino con sus propias normas, con una clara falta de coordinación, lo que abre las puertas al arbitraje regulatorio o a una crisis crediticia masiva, advierte el análisis.
La falta de estrategias comunes, donde no hay una política común de crecimiento, está provocando retrocesos, que junto con la incapacidad de coordinar políticas macroeconómicas incitan a una nueva crisis, alertó.
El Consejo del Siglo XXI afirma que Europa se enfrenta al dilema: desintegración y unión más débil, o avanzar hacia una unión fiscal y económica más sólida.
Felipe González, ex jefe de gobierno de España, dijo que en Europa impera un sentimiento de sufrimiento y frustración, pero se debe lograr mayor equilibrio entre el requisito de austeridad y las políticas que estimulen el crecimiento a corto plazo. González aseguró que Europa debe aprender de América Latina, que después de los desequilibrios pasados obtuvo 20 masters en manejo de crisis.
En segundo término, el documento destaca que la ausencia de un marco global sobre el cambio climático y los precios del carbono estancan el despegue de la economía de energía limpia.
Esto debería de ser un tema de alta prioridad para el G-20, sostiene.
Señala que el retiro progresivo de los subsidios a los combustibles fósiles va a liberar recursos para financiar la investigación y desarrollo para todas las formas de energía renovable y eliminará la necesidad de subsidios excesivos a las energías no renovables.
En el tercer punto demanda redefininir cómo medir el comercio global.
Una tarea fundamental para el G-20 es un llamado a la Organización Mundial de Comercio (OMC) para redefinir la forma en que las cuentas comerciales son calculadas de modo que reflejen la realidad del mundo de hoy.
En otro aspecto se pidió al G-20 reafirmar el compromiso de alcanzar la educación universal para todos los niños en 2015, por lo que los gobiernos del mundo deben unirse para renovar la asociación Educación para Todos, así como crear un Fondo Mundial para la Educación.
También se pidió hacer más efectivo el trabajo del G-20, por lo que se recomendó no construir una gran estructura burocrática de gobernabilidad en el grupo.
En el sexto inciso se reiteró que el G-20 es el principal foro donde los países pueden buscar soluciones globales a problemas globales.
En nuestro mundo interdependiente de identidades plurales, debemos basarnos en la convergencia de intereses para crear una nueva comunidad que funcione para todos, afirma.
En la presentación de las conclusiones estuvieron presentes Felipe González, ex jefe del gobierno español; Fernando Henrique Cardoso, ex presidente de Brasil; Nicolas Berggruen, presidente del instituto que lleva su nombre; Laura Tyson, investigadora de la Universidad de Berkeley y asesora del ex presidente Bill Clinton; Eric Schmidt, ex presidente de Google; Shaukat Aziz, ex primer ministro de Pakistán; George Yeo, ex miembro del Parlamento de Singapur, y Juan Luis Cebrián, presidente del diario español El País.
En esta reunión el gran ausente fue el ex presidente Ernesto Zedillo, quien no llegó a México. La versión fue que las cenizas del Popocatepetl impidieron aterrizar el avión en que viajaba Zedillo Ponce de León procedente de Nueva York, por lo que sólo envió un mensaje escrito.
En la conferencia de prensa, Felipe González fue quien tuvo mayor participación. Resaltó que Europa requiere gobiernos que enfrenten la austeridad extrema que ha propuesto la canciller alemana Angela Merkel, además de que
Europa hace poco y llega tardepara solucionar la crisis.
Al referirse al caso de España, señaló que aun asumiendo todas las reformas que propone el gobierno de Mariano Rajoy, sólo se acercará a 20 por ciento de la solución de la crisis.
Es un disparate la política de austeridad europea, declaró González, y vaticinó que
las heridas políticas que se están generando (en Europa) van a tardar mucho en sanar.
El ex presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, comentó que en las reuniones privadas de los últimos dos días y medio se destacó que el combate a la pobreza no debe ser una cuestión técnica, sino moral.
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