ACADEMIA DE 14 AGOSTO DE 2012

ACADEMIA DE  14 AGOSTO DE 2012
TURNO VESPERTINO

viernes, 25 de mayo de 2012

PROPONEN UN MENSAJE POÉTICO PARA RETRATAR EL VIAJE DE LOS MIGRANTES. 2012/05/25/

Proponen un mensaje poético para retratar el viaje de los migrantes
Es una historia de ficción basada en hechos reales, adelanta la productora Inna Payán
Sintetiza el drama de miles en su travesía por México para alcanzar el sueño americano
Escena de la película que dirige Diego Quemada Diez, la cual explora las vicisitudes de los indocumentados procedentes de Centroamérica a bordo del ferrocarril La Bestia para, desde Chiapas, cruzar el territorio mexicano rumbo a Estados Unidos con la finalidad de trabajar y tener mejores condiciones de vidaFoto Moysés Zúñiga Santiago
Rodolfo Domínguez, tzotzil de 15 años, originario de Chalchihuitán, Chiapas, en el papel de Chauk, durante el rodaje de la película con la cual se quiere dar voz a los migrantes. Escenas filmadas a bordo de La Bestia, el tren utilizado por mexicanos y centroamericanos para viajar a Estados UnidosFoto Moysés Zúñiga Santiago
La Bestia, el tren utilizado por mexicanos y centroamericanos para viajar a Estados UnidosFoto Moysés Zúñiga Santiago
Inna Payán, productora de la película La jaula de oroFoto Moysés Zúñiga Santiago
Elio Henríquez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 25 de mayo de 2012, p. 4
Arriaga, Chis., 24 de mayo. Con un mensaje poético que busca retratar la realidad del fenómeno migratorio que está en el candelero, un grupo de artistas y creadores comenzó el rodaje de la película La jaula de oro, la cual sintetiza el drama de cientos de miles de centroamericanos que pretenden llegar a Estados Unidos para trabajar.
Inna Payán, quien figura entre los productores, afirma en entrevista que la cinta dirigida por Diego Quemada Diez, de origen español, es una historia de ficción basada en hechos reales, cuya filmación se inició el pasado 23 de abril en Guatemala y esperan terminarla a mediados de junio en Estados Unidos para tenerla lista a principios de 2013.
Los protagonistas, explica Inna Payán, son adolescentes guatemaltecos “que se van encontrando en el camino con un tzotzil chiapaneco; se hacen muy amigos, les pasan muchas aventuras buenas y malas. La idea es como contar no sólo el asunto de las peripecias, sino lo que viven estos personajes y hacia dónde van, cómo se hacen amigos y se enamoran.
Estamos haciendo una propuesta cinematográfica poética del viaje de los migrantes y aunque tocamos la cuestión social, siempre pensamos en una película con mensaje poético.
La productora reiteró que con la cinta, que tendrá un costo aproximado de 20 millones de pesos, provenientes del Estímulo fiscal al cine, se busca retratar la realidad mediante una poética muy interesante de la vida y del país; el mensaje es un poco que la vida está muy difícil, pero siempre hay que optar por vivir a pesar de los obstáculos.
La jaula de oro incluye escenas centrales filmadas en el viaje de los migrantes en el ferrocarril que parte de Arriaga, ciudad situada en la zona istmo-costa de Chiapas hacia Ixtepec, Oaxaca –uno de los tramos más peligrosos para los indocumentados–, para lo cual ese medio de transporte se rentó durante dos días.
En ese recorrido, que el ferrocarril hace normalmente en 12 horas, participaron 25 migrantes centroamericanos contratados como extras para la filmación y otros que se agregaron de manera espontánea; el viaje continuará por los pueblos y zonas que recorren los migrantes hasta llegar al vecino país del norte.
Chicos, no actores
Inna Payán precisó que en la cinta no participan actores profesionales más que en papeles secundarios. “Los protagonistas son chavos que salieron de algunas comunidades de Guatemala, a los que preparamos en talleres con la brasileña Fátima Toledo, quien instruyó a los jóvenes que actuaron en Ciudad de Dios; son chicos, no actores”.
Diego Quemada Diez manifiesta que la trama de La jaula de oro, título de una canción del grupo Los Tigres del Norte, es la historia de dos niños, un mestizo y un indígena tzotzil, que tienen formas de ver el mundo absolutamente diferentes y cómo a partir del choque de culturas se van hermanando y mediante su historia nos hermanamos a pesar de nuestras diferencias de clase, raza y creencias y cómo cuando abrimos el corazón a otra persona empezamos a ver que no somos tan diferentes y que hay mucho que aprender.
Rodolfo Domínguez, tzotzil de 15 años de Chalchihuitán, uno de los municipios de menor índice de desarrollo, ubicado en los Altos de Chiapas, hace el papel de Chauk, quien quiere ver la nieve caer y Brandon López, de Guatemala, quien actúa como Juan, no tiene razones para quedarse y cree en una vida mejor más allá de las fronteras.
Los dos, indica el director, “se conocen en un tren de carga que atraviesa México con dirección a Estados Unidos. Para llegar tienen que cruzar un país inhóspito y una vez ahí se enfrentan a una realidad igualmente agresiva.
Allí, Juan descubre que ese mundo mejor no se encuentra más allá de las fronteras, sino en la visión poética de la vida que aprende de Chauk.
A ellos se agrega la guatemalteca Karen, de 16 años, quien ha-ce el papel de Sara, disfrazada de varón para evitar ser violada, uno de los riesgos que corren las mujeres migrantes.
Señala que la película se basa en testimonios recabados durante varios años entre más de 600 migrantes, que dieron pie a que escribiera un guión dramático.
“La idea es hablar de la pobreza de las zonas rurales, de la migración rural en México hacia Estados Unidos y la migración urbana centroamericana; de las dos formas de ver el mundo de un niño mestizo que cree en el sueño americano y un indígena que tiene una visión del mundo muy diferente, que de alguna manera cae en esa trampa de la jaula de oro.”
Quemada Diez, quien pensó en el proyecto hace nueve años, inspirado en la cinta En este mundo, del inglés Michael Winterbottom, subraya: La idea es que las fronteras y los documentos son creaciones artificiales relativamente recientes que nos separan; es cuestionar todo eso y tratar de demostrar que más allá de eso todos tenemos las mismas necesidades, los mismos sueños; que hay algo que nos une a los seres humanos más allá de clases sociales, razas, nacionalidades, creencias y que todos, como un pájaro cuando se le acaba el agua en un lugar, se va volando adonde la hay.
–¿El drama de los migrantes merece ser llevado al cine?
–Sí. Nos interesa dar voz a los migrantes, pero no idealizándolos, porque muchos también hacen daño a su propia gente. Es matizar todo el tema y que tengan voz. Apostamos a darles voz, a hacer cine heredero del nuevo realismo. La idea es trabajar con gente real, que aporte su realidad. Es un cine comprometido con la realidad el que vivimos y a partir de ahí compartir una reflexión, un sentimiento

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